Mapa de Movilidad en Bicicleta de Pamplona y Barañain y sus Puntos Peligrosos

miércoles, 7 de enero de 2015

Surrealismo matriculado

Sí, sé que los Santos Inocentes pasaron hace unos días ya. Pero es que hay días en los que la actividad ciclista en la ciudad da un giro hacia situaciones cómico-dramático-surrealistas, que no podrías imaginar ni en el día más inspirado. Y un día de este tipo se produjo hace muy poco, por lo que había que contarlo. No sé si para reír, llorar o qué. Eso sí, todo lo que os voy a contar tiene el genuino sello de la Marca Pamplona, ¡cómo no!

Primero entremos en antecedentes. Un día, las cabezas pensantes del Ayuntamiento (ese día creo que les llegó a salir humo de tanto procesar grandes ideas) se percataron de que en Pamplona se estaban robando muchas bicis. Con gran criterio y acierto tomaron la decisión de implantar un sistema de registro de bicicletas voluntario para todo aquel ciclista que lo deseara. La idea era poder matricular la bici para persuadir de su robo. Pusieron en marcha la maquinaria de propaganda mediática, buscaron a la empresa privada que llevara a cabo el servicio, decidieron un precio de 24€ por bici y respiraron aliviados. ¡Acababan de solucionar el problema de los robos de bicis en Pamplona! Y durmieron tranquilos.

Sitema de matriculación Bicitronic, el elegido por el Ayuntamiento. 24€ por bici.

Desgraciadamente, al tiempo a uno que yo me sé le dio por contar las bicis matriculadas que circulaban por Pamplona. El dato, desolador. Sólo un 5% de las bicis está matriculada. Fracaso estrepitoso. Pero bueno, por lo menos este 5% de ciclistas adelantados a su tiempo estarán más protegidos que el resto contra los cacos, ¿no? Yo no lo tengo tan claro...


Otro día y al hilo de esto, se me ocurrió, ya desde mi trabajo, hacer averiguaciones a pie de calle sobre una bici matriculada. Engañé a un ciclista habitual de lo Viejo, que pasaba mucho por el mismo sitio con su bici matriculada, para simular que le habían robado la bicicleta y que pillábamos al ladrón montado en ella. Acto seguido pasé por emisora la matrícula de la bici, como se hace con los coches a diario, para que me dieran datos de su propietario legítimo y poder compararlos con los del "supuesto" ladrón. ¡En buena hora! Desde Emisora tardaron UNA HORA en facilitarme los datos del legítimo dueño. Obviamente, a mi colaborador en este falso robo, hacía tiempo que le despedí camino de la Rotxa...

Pero la guinda del pastel llegó hace poco, y es lo que me ha movido a escribir este relato: una persona alerta a la policía de que está viendo su bici robada en manos de otra persona. La policía da el alto a esta segunda persona y la identifica. Hasta aquí todo normal. Pero, ¡oh sorpresa!, la bici es una bici matriculada. Entonces todo claro y resuelto, ¿ no? Se comprueban los datos de la matrícula de la bici y si coinciden con los de la denunciante finiquitado. Pues no, en la ciudad de la Marca Pamplona esta historia no podía terminar así de fácil, y menos tratándose de una bici. Algún mando, sin hacer la comprobación de los datos de la matrícula (iba a necesitar un buen rato, como ha quedado patente antes...), ordena que se le retire la bici a la segunda persona y se lleve al depósito municipal. La segunda persona, una mujer de unos 60 años, legítima propietaria de esa bici, casi llorando, impotente ante lo absurdo y surrealista de la situación: "Me están quitando mi bici matriculada a mi nombre..." Al final, la bici en el depósito y la segunda persona a pata a su casa. En comisaría se hacen las averiguaciones pertinentes y resulta, ¡oh sorpresa!, que la bici sí que era de la segunda persona. Para subsanar la CAGADA, se mete la bici en un patrulla y se la vuelve a entregar a su legítima dueña, que la recibe aliviada e incluso agradecida, ¡faltaría más! Conclusión: la matriculación funciona y le ahorra quebraderos de cabeza al ciudadano, ¡sin duda!

Estas historias que os cuento en relación con la matriculación de bicicletas son COMPLETAMENTE REALES. Nos harán hasta gracia, pues se trata de una bici. Pero si esto mismo pasara con un coche la cosa ya no sería tan divertida. Sería algo bastante lamentable o indignante, especialmente para el dueño del coche, verse privado de su vehículo para hacer una comprobación que cuesta 1 minuto desde un talkie policial. Y seguro que traía algún tipo de consecuencia, sí o sí carta al director en el Diario de Navarra y otras acciones en forma de denuncia o algo peor. Pero como es una bici da igual... Como podéis ver, un nuevo ejemplo "gracioso" de la Marca Pamplona...

El ámbito de aplicación de la Marca Pamplona es asombrosamente amplio.

4 comentarios:

  1. ¿Cómo es que tardan tanto? si es una consulta informática, como mucho 2 min hasta que el operario de turno da con el programa donde tiene que consultar, no me lo explico...

    ResponderEliminar
  2. Yo conozco un caso de uno que fué a denunciar que le habían robado la bici, y que tenía que estar grabado por una cámara... y si, puede que estuviera grabado, pero se quedó sin bici, como yo sin abuela. Eso sí, no sé si estaba matriculada o no. Pero conociéndole, me da que lo segundo.

    ResponderEliminar
  3. Ya escribí sobre las grabaciones de cámaras. Generalmente se ve mal, de demasiado lejos y el malo que se la sabe suele ir con gorra o capucha...

    http://sabesdondeciclas.blogspot.com.es/2014/06/la-falsa-seguridad-de-los-aparcamientos.html?m=1

    ResponderEliminar
  4. Las cámaras son disuasorias y poco más, para controlar en caso de un atentado o crimen grave. Por una bici ni las miran.

    ResponderEliminar

Recuerda, comenta con resposabilidad y respeto, estamos aquí para mejorar nuestra forma de movernos en bici por la ciudad.